Con motivo del Día Mundial de Salud y Seguridad en el Trabajo, he publicado un artículo sobre los retos que nos esperan tras el Covid-19. Pido a la Comisión Europea que la salud mental sea un punto clave en la agenda del próximo Marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo y que reconozca la ansiedad, la depresión y el «burnout» como enfermedades laborales.
La pandemia del coronavirus ha evidenciado todavía más que el contexto laboral juega un papel central en el bienestar y la salud mental de las personas. El confinamiento y el teletrabajo han provocado que millones de empleados se encuentran trabajando de forma remota con la incertitumbre de perder incluso el trabajo o sufrir grandes pérdidas económicas. Estas personas están expuestas al estrés, a la ansiedad y al aislamiento que les pasarán factura en los próximos meses.
En este artículo os dejo todas mis reflexiones en cuanto a cómo mitigar los efectos a la salud mental de los trabajadores después de la pandemia del COVID-19.